Cuando parecía que la noche se le venía encima a la Selección Colombia y Bolivia se envalentonaba, llegó el gol que acabó con la angustia, le reportó una merecida victoria a los dirigidos por Pekerman y con ello se recuperó la esperanza de pelear un cupo al Mundial de Rusia 2018.

Fue un partido de contrastes. Un primer tiempo bien jugado, bien planificado, con mucho orden, en el que no se le dieron espacios al local para que inquiera al golero David Ospina y con sobrada eficiencia en ofensiva: dos llegadas y dos goles, uno de James Rodríguez al minuto 10 y otro de Carlos Bacca al 41, y una segunda fase en la que los del altiplano tomaron aire, asumieron el control del partido y le causaron muchos problemas al onceno nacional.

En algunos jugadores se notó el cansancio. Farid Díaz perdió la distancia y no tuvo quien lo auxiliara y por allí Bolivia empezó a acercarse al arco de Ospina y avisó que tenía con qué hacer daño, como en efecto ocurrió.

Un gol de pena máxima ejecutada por Arce acortó la distancia, en una mano indiscutible de Jeison Murillo y luego la paridad a través de Chumacero, pusieron contra las cuerdas al seleccionado nacional.

Para colmo de males, mientras el local se le iba encima Colombia, el onceno criollo se desordenó, le dio muchos espacios al local, por lo que el panorama no era el mejor en un partido en el que eran indispensables los tres puntos para los protagonistas.

Después del ingreso de Edwin Cardona y Luis Fernando Muriel, el técnico José Pekerman se la jugó con un hombre rápido, hábil, lleno de ganas pero sin experiencia, Marlos Moreno, a quien se le encomendó continuar con el trabajo que venía haciendo Juan Guillermo Cuadrado.

Moreno entró a ayudar en la marca por el costado izquierdo, por donde más problemas tenía Colombia y a buscar salir en velocidad para intentar aprovechar los espacios que daba una Bolivia decidida a hacer respetar su casa y a quedarse con los tres puntos.

Colombia tomó un segundo aire con las variantes y vinieron las opciones de gol, aunque sin la efectividad de la primera parte y es así como Muriel desaprovechó una clara y Cardona otra.

Atrás mientras los Murillo, Oscar y Jeison tenían problemas para contener a los delanteros adversarios, Farid Díaz apenas podía caminar, el golero Ospina y sobre todo Daniel Torres se agigantaban.

Ospina realizó una espectacular atajada que bien pudo ser el 3-2 a favor de los locales y Torres siempre ganó en el uno contra uno, aparte de mantener despiertos Celi, Medina e intentar salir jugando en corto.

Y a pesar de la insistencia del local por romper la resistencia de Ospina, Colombia sacó fuerzas, tomó un último aire y en una salida rápida en la que Marlos Moreno tuvo la paciencia para controlar, manejar, enganchar y entregar el pase preciso, llegó el anhelado gol que le dio la victoria al onceno nacional, a través de Cardona.

Después bien se pudo concretar el 4-2 pero el arquero Quiñónez fue el que dijo no y el remate de James se fue arriba, en un partido que dio tranquilidad porque el técnico Pekerman se la jugó con una selección renovada y ganó un partido en el que se necesitaba salir airoso para empezar a recomponer el camino en la eliminatoria suramericana.

La segunda parte de esta tarea será ganarle a Ecuador el martes en Barranquilla y así Colombia cuadrará caja, volverá a entrar en la pelea por un cupo directo al Mundial de Rusia y ante todo, recuperará la confianza.

Pekerman tiene mucho de responsabilidad en esta victoria, no solo porque arriesgó en la convocatoria y dejó por fuera a jugadores que eran fijos, sino por la forma como planteó los primeros 45 minutos con una doble línea de cuatro y en ocasiones con un 4-5 que no le dio espacios a Bolivia y luego con las variantes realizadas.

Por lo menos la presencia de Cardona y Moreno se justificaron porque los dos fueron decisivos en el gol que reportó los tres puntos.

Ahora hay que esperar cómo se plantea el partido en Barranquilla ante Ecuador, en el que se supone habrá cambios porque de local, de seguro, Pekerman dispondrá de una formación mucho más ofensiva.