Hasta $7.000 están cobrando algunos taxistas por la carrera en Valledupar, incluso en los barrios del centro de la ciudad, argumentando encarecimiento de la gasolina.

Además sostienen que tratan de compensar el tiempo que se pierde durante la espera en las largas colas en los alrededores de los surtidores, adonde llegan miles de vehículos a tanquear en estos días de desabastecimiento.

A pesar del abuso por el cobro exagerado, el gobierno advirtió que no hay autorización para cobrar más de $5.000 por la carrera de taxi en la capital del Cesar.

Los transportadores están denunciando además a los bomberos de las gasolineras, de venderle altas cantidades de combustible a pimpineros y a vehículos “arreglados” o “envenenados”, quienes después venden a mayor precio, alcanzando inclusive el doble o más de lo que vale el galón.

A ello suman la cantidad de carros que están llegando a Valledupar de los demás municipios del Cesar y de la Guajira, debido a que en esas jurisdicciones también hay escasez de gasolina.