Sin categoría

El mundo pendiente de los resultados de la cumbre entre Trump y Kim este lunes

El mundo se encuentra a la espera de los resultados de la cumbre entre los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump y de Corea del Norte, Kim Jong-un, este lunes en Singapur.

Los dos líderes llegaron este domingo a Singapur para llevar a cabo una cumbre que podría sentar las bases para zanjar una disputa nuclear entre dos viejos enemigos y transformar al aislado país asiático.

Después de varias semanas de negociaciones entre Washington y Pionyang, la reunión tendrá lugar en el lujoso hotel Capella el martes a las 9 a. m., hora de Singapur (este lunes a las 8 p. m., hora colombiana), en la isla de Sentosa, que tiene un parque temático de Universal Studios y playas artificiales.

Trump llegó a la base aérea Paya Lebar de Singapur a bordo del avión presidencial Air Force One buscando alcanzar un acuerdo que podría llevar a la desnuclearización de Corea del Norte. Al bajar del avión, el mandatario estadounidense fue saludado por el ministro de Relaciones Exteriores de Singapur, Vivian Balakrishnan, y dijo que se sentía “muy bien” acerca de la cumbre.

Por su parte, Kim llegó a Singapur más temprano y aterrizó en el aeropuerto Changi en su viaje más largo al extranjero como jefe de Estado, llevaba su habitual traje estilo Mao oscuro y su distintivo corte de pelo. A su llegada también fue saludado por Balakrishnan.

“El mundo entero está pendiente de esta cumbre histórica entre la República Democrática del Pueblo de Corea (nombre oficial de Corea del Norte) y los Estados Unidos de América”, dijo Kim.

Enemigos desde la Guerra de Corea de 1950-53, EE. UU. y Corea del Norte nunca han visto antes una reunión de sus líderes, ni siquiera una conversación por teléfono.
Entre los principales responsables que viajan con Kim está el ministro de Exteriores, Ri Yong Ho, y Kim Yong Chol, un ayudante cercano del líder norcoreano que ha sido fundamental en la diplomacia que ha desembocado en la cumbre. Kim Yo Jong, la hermana menor de Kim Jong-un, también fue identificada en su delegación.

Entre los responsables que llegaron con Trump están el secretario de Estado, Mike Pompeo, el asesor de seguridad nacional, John Bolton, el jefe de personal de la Casa Blanca, John Kelly, y la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders.

La dura retórica de Bolton el mes pasado enfureció a Corea del Norte y casi hace descarrilar la cumbre. Él pidió a Pionyang que siguiera el “modelo de Libia” en las negociaciones.

Ese país abandonó unilateralmente su programa nuclear en el 2003, pero su líder, Muammar Gaddafi, murió en 2011 a manos de rebeldes apoyados por la Otán.

En declaraciones en Canadá el sábado, Trump dijo que cualquier acuerdo en la cumbre sería por “impulso del momento”, subrayando el incierto resultado de lo que ha denominado una “misión de paz”.

Funcionarios estadounidenses, haciéndose eco de lo que Trump ha dicho en los últimos días, dijeron que como mínimo les gustaría que la cumbre sirviera como el inicio de un diálogo con Corea del Norte.

De hecho, Washington espera que los norcoreanos pidan garantías de seguridad, entre ellas una promesa de que EE. UU. y Corea del Sur no la invadirán, y también una solicitud de asistencia económica. El gobierno de Trump ya ha dicho que no busca un “cambio de régimen” y no tiene intención de enviar sus fuerzas al país.

Washington ha evitado prometer ayuda económica, pero ha sugerido que eso podría llegar de Corea del Sur, China y Japón si Pionyang acuerda desnuclearizarse.

En la cumbre están en juego las armas nucleares de Corea del Norte y la paz en la península coreana. Pionyang ha pasado décadas desarrollando armas nucleares, que culminó con un test de un dispositivo termonuclear en el 2017. También ha probado con éxito misiles con suficiente alcance como para llegar al territorio estadounidense.

 

Publicaciones relacionadas

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba