El ELN lanzó panfletos amenazantes contra la clase política y otros sectores de la población en el municipio de Becerril, al centro del departamento del Cesar.

La agresiva propaganda de esa organización subversiva apareció en diversos puntos de la cabecera municipal, causando gran sorpresa debido a que esta clase de hechos había desaparecido hace mucho tiempo.

El temor se apoderó de los habitantes de Becerril y de su área de influencia, ante lo cual les pidieron a las autoridades y al gobierno que verifique el origen de las amenazas, para comprobar si realmente es una intimidación real del ELN o si los panfletos fueron regados por personas interesadas en caldear los ánimos en la población.

Frente a la delicada situación, el alcalde del lugar convocó a un consejo extraordinario de seguridad y de inmediato se pusieron en comunicación con el gobierno departamental, la policía y el ejército nacional, para que adopten las medidas que correspondan para impedir sorpresas debido a que en la zona comenzó a crecer el miedo porque en esta región ya conocen las consecuencias de esta clase de amenazas e intimidaciones.